Dooglas es un perro labrador macho de 9 años de edad. Desde hace años presenta cierto sobrepeso. Está al día de vacunaciones y desparasitaciones, y no ha presentado enfermedades sistémicas graves. Hace más de dos años se presentó en consulta con molestias en la columna. Realizamos varias radiografías y su dueño, que se preocupa mucho por él lo, lo llevó a Madrid donde se le realizó un TAC, que no evidenció hernias discales.
Estas molestias se solucionaron con medicación inyectable durante unos días. Posteriormente se mantuvo con medicación por vía oral. Durante dos años no ha presentado ningún tipo de síntoma de su problema en la columna, pero hace unos días volvió al hospital.
Realizamos las siguientes radiografías:
El propietario que es muy observador nos comenta que aunque no le ha visto cojear ni se ha negado a caminar, cree que tiene ‘algo’ en la columna. Parece que presenta dolor y debilidad del tercio posterior.
Para confirmar la lesión, decidimos hacerle un TAC escáner. Como para ello es necesario dormirle, y Dooglas ya tiene 9 años para completar el chequeo preanestésico, obtenemos una muestra de sangre y estos son los resultados:
Al no presentar alteraciones importantes, realizamos un TAC para obtener toda la información necesaria para el diagnostico concreto y poder instaurar un tratamiento.
En la reconstrucción sagital obtenida mediante TAC escáner, se aprecia la ocupación del aspecto ventral del canal vertebral a nivel del disco intervertebral L7-S1 por una masa polipoidea en continuidad con dicho disco intervertebral.
La conclusión final es que presenta distintas lesiones:
- Hernia discal a nivel de L7-S1.
- Protrusiones discales a nivel de T12-T13 y L1-L2.
- Espondiloartrosis enT6-T7 y L7-S1.
La solución definitiva es quirúrgica, así que concertamos una cita para la cirugía. Se premédica y se procede al rasurado del pelo, limpieza y desinfección ¡de la zona. Se coloca en la posición correcta y se monitoriza.
Se incide en la piel y se disecciona hasta llegar a la zona de las vértebras. En la que se realiza una hemilaminectomia y se elimina todo el tejido protuido.
Durante los días posteriores a la cirugía, el perro tendrá un tratamiento y unas pautas de manejo para su recuperación. Y enseguida podrá hacer de nuevo vida normal.
A los 7 días Douglas vino a la revisión caminando perfectamente. Douglas se encuentra perfectamente con ganas de jugar y su propietario también tal como ve en la siguiente instantánea.